En la habitación de al lado ronca por las noches y desaparece por el día un hombre cuarentón huraño y extraño que no sé a lo que se dedica. Me lo cruzo por el pasillo o camino al baño y si no fuera porque en mi casa nada hay que tenga valor ya le hubiera tomado por ladrón. No hace mucho me dirigió la palabra de modo que pude escuchar su voz de barítono desgastado:
- Ese cartón de leche es mío - dijo sin más. Bien sabía yo que no era cierto pero quién quiere discutir con un extraño a primera hora de la mañana. Se llama José Luis, le gusta la música cubana y pone una colada una vez cada dos semanas. Es todo lo que sé de él.
En la grande duerme una muchachita joven venida de las argentinas que disfruta de soltar su lengua casi tanto como de abrir las piernas. Cuando alguien nuevo llega a este piso es ella la encargada de dar la bienvenida en su más amplio sentido para después ir manteniendo la cordialidad quizás un par de noches a la semana. En mi cama se cuela cuando quiere y como quiere y yo, que jamás he despreciado un hermoso conjunto de curvas la dejo hacer y deshacer a su antojo. En su fugaz sexualidad ni hay preguntas ni peticiones tan sólo un deseo demasiado vivo que la arrastra y la define. Su vida está marcada por su cuerpo, los hombres que han tocado sus acordes son tan numerosos que bien podrían componer una armoniosa orquesta aunque ella tan sólo es capaz de escuchar la música de un españolito que la usa a su antojo. Aún así es una mujer alegre y cantarina, demasiado carnal incluso para sí misma, pero dotada de esa inconsciencia tan radical que a la vez que la pierde la mantiene protegida de las cotidianidades más hostiles.
El de la habitación sin ventana es Oleg, un ruso llegado el mismo día que yo que anda enamorado de Edit, sí, la bailarina argentina. Dice estar aprendiendo español pero lo único que sabe son cuatro palabras guarras que su musa le regala en la cama. Es un chico alegre que tiene una sonrisa de niño y en los ojos un pedazo de mar. Ordenado y metódico hasta lo enfermizo cuando encuentra una canción que le gusta se obliga a escucharla como máximo tres veces por semana, para no cansarse de ella demasiado pronto. De su libro lee un número de páginas determinadas por día, ni una más ni una menos, y siempre hace la lavadora con las mismas prendas en cada lavado porque, según su teoría, los colores y texturas son muy similares. Habla inglés, francés e italiano y aunque lleva poco tiempo en España se ha apuntado a clases de flamenco con la intención de convertirse en el próximo Antonio Canales, ni más ni menos. Es, con diferencia, con el que mejor me llevo de la casa en una relación cordial con alguna que otra charla en la cocina, eso sí, usando las manos, mi escaso inglés y algún que otro dibujo en un papel.
Por supuesto que espero no pasar demasiado tiempo en este lugar, aunque estaré el que sea necesario. Tengo intenciones de progresar un poco para hacer algo interesante con mi vida, ya sabéis, dotarla de un sentido algo más amplio que el de víctima o espectador. Pero de momento es lo que hay, estoy empezando de cero, y eso ya es bastante, porque hace no tanto andaba en números negativos. Lo mejor de tocar fondo es que todo el camino que queda es hacia arriba.
Y este es un poco más de mi mundo, para que nos vayamos conociendo.
At 29 de febrero de 2008, 21:26, liz_
Te vi ... fumabas unos ''chinos'' por Madrid, hay cosas que te ayudan a vivir. Yo no buscaba nada ... simplemente te vi.
Hola, no sé por que me vino esa canció a la cabeza, y como aúnme muevo por impulsos, escribí el estribillo.
Vengo de la Clinica Durden, allí fue realmente donde te vi, y vine a echar un ojo y ver que se cocía por aquí.
Así que te dejo un saludo y hay cosas interesantes que he leido, pero prefiero no comentarlas.
At 29 de febrero de 2008, 22:15, Abel Granda
Amigo Zabala, antes de comentar su escrito de hoy, quiero agradecerle la deferencia del enlace a mi página.
Como la primer comentarista, le digo que me transporta esta entrada a un mundo desconocido; que me resulta hostil por lo crudo. He compartido piso a lo largo de mi vida; al principio, el de otros, y luego (sin haber llegado nunca a la condición de propietario por no estar entre mis prioridades), compartí con amigos el espacio del piso alquilado hace 25 años, dividiendo gastos. Es una pintura sórdida la que nos enseña, una posada en la que nadie osaría dejar el reloj sobre la mesa, o renunciar a marcar el territorio de un tetrabrick. Ese hombre hosco, no es más que un tipo asustado, que enseña los dientes porque no se siente seguro e hilvana a un matón difuso que le proteja. Da para una película de la que discutirían largamente los bienpensantes ante una cena en la que se gastarían lo que Ud. paga de alquiler al mes, satisfechos de poder husmear en la miseria sin necesidad de mancharse, de tomar contacto con una realidad que les es tan ajena como a mí.
Ojalá pueda un día tener su propio espacio Zabala, porque no hay alegría mayor que regrsar a él. Creo que va en camino, porque como alguien dijo, Ud ya estuvo en el infierno, y de ahí para arriba, todo es cielo.
Le dejo un escrito de un señor al que conocí, y un día me dijo lo que era para él su casa. Un abrazo, y ánimo, que hay muchas capas en la atmósfera y el premio vale la pena.
Mi casa:
Guardo en mi casa los trofeos del pasado, no son piezas de metal cromado que conmemoran alguna hazaña deportiva o el guapismo perril de la mascota de uno. Son las reliquias del devenir histórico personal. Atesoro en este mausoleo modesto el halo perenne de aquella sonrisa de mujer, que me enamoró con una pasión fugaz.. que deseé eterna. También por supuesto quedan rastros de la euforia decorativa que tienen algunas mujeres en un territorio virgen de mariconadas inútiles, como suelen ser los habitáculos de solteros escurridizos. Pero poco a poco todo vuelve a su cauce.
Mi casa ha sido el escenario de episodios grandiosos y miserables de la condición humana; afortunadamente a una escala tan pequeña que solo algún que otro enfrentamiento entre culturas tuvo lugar; hubo perfidias, y actos tan bellos que han dejado aromas y sonidos que muy probablemente nadie más que yo pueda percibir. Eso es tener una casa, aunque en realidad no sea de uno; muros y volúmenes impregnados por nuestra felicidad e infortunio, espacios habitados por emociones antiguas y alambicadas remembranzas modernas.
Este es el único lugar sobre la faz de la tierra en que sabemos dónde está la sal, el taladro o las bombillas de repuesto, por eso nos sentimos tan a gusto.
Un hombre que envejece solo en una casa se va convirtiendo en un perro, al que lo peor que puede pasarle es que la vida no sea predecible. Elabora racionalmente rutinas de carácter práctico, si bien no puede sustraerse a algunas otras, de ámbito más bien simbólico, al que ubicaremos en el apartado general de : manías.
Para muchos nuestra casa es nuestro reino; hoy mismo vi salir una mujer de su portal, y persignarse complicadamente en tres ciclos que me parecieron idénticos, olía a superstición y a conciencia de entrar en campo enemigo.
At 3 de marzo de 2008, 1:17, Mar
jajjaja!! Me gusta como planteas el tema porque te lo tomas con filosofía... y eso es lo mejor claro está!!
Yo he compartido piso en mis 9 años de estudiante con multitud de gente de los más variopinta y después de todo esto tiempo he llegado a la conclusión que al final esas experiencias a mi por lo menos, me han hecho ser más tolerante y paciente.
La convivencia es lo que tiene, cosas + y otras -... y si no que se lo pregunten a los del Gran Hermano, no¿? ajjaja!!
Saludos Zábala desde el sur
At 20 de marzo de 2008, 11:47, Unknown
Regalale esto a un musico y ganá dinero con él.
Cuando el Balcon del mundo,
silencien serruchos de los cuarenta
llegando hasta lo profundo
viviré más de la cuenta.
Cuando las almas de los rusos
viertan en Madrid y Argentina
elejiré lo confuso
y ahi estará esa Cantina...
En donde los hombre que salen
Busca refugio de en tus brazos
por puta, por cantarina
princesa de la argentina
Dejame decir si puedo
el mundo me chupa un huevo
Sin tengo el balcon de escusa
siendo mi puta y mi musa.
Despues vendrán la distancia
mientras mi Rusia querida
Te espera con la fragancía
que le hemos puesto a la vida.
Un abrazo amigo, el personaje que escribe esto es un fusión entre Oleg y ti.
Un abrazo grande!!
At 27 de marzo de 2008, 17:33, Fibonacci States
Ey Zabala!!! he estado perdida en un mar de problemas que parecía no tener fin.
Sin trabajo y en la puta calle he dormido 3 noches por no tener pasta para pagarme ni una mierda de habitación.
Lo bueno de la experiencia, no está mal pasar una noche en un cajero con otro tirao como yo fumando canutos. En fin. Una mierda.
Ya me he recuperado un poco, he pillado una habitación en un piso compartido con dos abueletes. No está mal, son agradables. No te quejes tanto...
Con suerte la semana que viene me incorporo ya al mundo laboral de nuevo.A seguir tirando, aunque voy a necesitar unas semanas para que se me pase el cabreo existencial que llevo encima.
Un besazo
no sé que decirte...
me transportas aun mundo tan ajeno ami como atractivo..
y es que a una mariposa que vive dentro de una caja de carton....todas las ramitas...se le antojan arboles....
agradecida de que nos abras las pueras a un cahito de tu vida...
un beso